- LOS NIÑOS VÍCTIMAS DE LA MAFIA PSIQUIÁTRICA.
- PSIQUIATRÍA, LA INDUSTRIA DE LA MUERTE: EXCELENTES DOCUMENTALES QUE NOS MUESTRAN LA VERDADERA CARA DE LA PSIQUIATRÍA OFICIAL,Y LA DE LA MAFIA PSIQUIÁTRICA EN GENERAL, Y LOS DAÑOS INMENSOS QUE HA HECHO, Y QUE TODAVÍA HACE ESTA NUEVA INQUISICIÓN PSIQUIÁTRICA A TODAS LAS REGIONES Y NACIONES, A LA HUMANIDAD, POR TANTO, SON CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD.
- EL INTERESANTE BLOG (que actualmente funciona pero a veces está caído): http://psiquiatrianet.wordpress.com
https://psiquiatrianet.wordpress.com/2018/04/11/fraude-pericial-la-invalidez-cientifica-del-metodo-psiquiatrico-forense-de-evaluacion/
- “Los psicólogos y los psiquiatras desafiadores del derecho como peritos” segun un artículo de Dr. Terence Campbell que dispuso un buen número de estas razones.
- Atacar legalmente el campo de la psiquiatría: un acercamiento potencialmente fructífero al interrogar a los expertos psiquiátricos es atacar legalmente el campo de la psiquiatría en sí mismo y su carencia de confiabilidad.
- LOS NIÑOS VICTIMAS DE LA MAFIA PSIQUIATRICA ("El niño medicado").
- "PSIQUIATRIA, LA INDUSTRIA DE LA MUERTE".
SON EXCELENTES DOCUMENTALES QUE NOS MUESTRAN LA VERDADERA CARA DE LA PSIQUIATRÍA OFICIAL, Y LA DE LA MAFIA PSIQUIÁTRICA EN GENERAL, Y LOS DAÑOS INMENSOS QUE HA HECHO, Y QUE TODAVÍA HACE ESTA NUEVA INQUISICIÓN PSIQUIÁTRICA A LA HUMANIDAD, POR TANTO, SON CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD:
Documental. LOS NIÑOS VICTIMAS DE LA MAFIA PSIQUIÁTRICA (practicamente utilizados como conejillos de indias pero sin obviar en esa vil experimentación, con acoso y derribo de modo muy sistemático, al mundo adulto...)
2 enero, 2012
- DOCUMENTAL EMITIDO EN EL AÑO 2011 EN TVE 2 EN EL ESPACIO INFORMATIVO "DOCUMENTOS TV":
El niño medicado - documental - Parte 1/4 (lo han borrado)
También desde los comienzos del sitio web DESPERTARES:
http://www.saboteamos.info/2012/01/02/documental-los-ninos-victimas-de-la-mafia-psiquiatrica/
vienen informando y denunciando acerca de las tropelías que la mafia farmaco-psiquiátrica está cometiendo contra la infancia, destrozando sus vidas con drogas psiquiátricas desde muy temprana edad. De nuevo el patrón de funcionamiento científico-médico-mafioso es similar al aplicado con otros fraudes similares como el sida. Se resume en los siguientes pasos:
Primero se inventa de la nada una excusa que permita diagnosticar una enfermedad psiquiátrica a un niño a partir de ciertos comportamientos nerviosos, quizás molestos para los adultos, pero que son naturalmente infantiles como es el hecho de que el niño no pare quieto. De esta manera, en muchas ocasiones con la inestimable connivencia del corrompido sistema educativo actual, se sacan de la manga diagnósticos masivos de supuestas enfermedades infantiles como el TDAH y el TRASTORNO BIPOLAR con lo cual ya se tiene una excusa para suministrar la dañina medicación.
Segundo, el médico-robot perfectamente adoctrinado, aplica lo que le dice su manual suministrando venenos químicos a los niños desde incluso los 2 años de edad para destrozar sus vidas administrando un nocivo cóctel químico, parcheando los dañinos efectos de cada medicamento psiquiátrico con otro adicional, creando un brebaje químico-venenoso-explosivo que convierten a nuestros inocentes niños en adictos y zombis humanos a consecuencia del envenenamiento químico.
Si vd. aprecia la vida y la salud de sus hijos, tenga en cuenta que su mayor enemigo es la ignorancia, infórmese ampliamente antes de confiar ciegamente en la mafiosa industria farmaco-médica condenada judicialmente ya en múltiples ocasiones por crímenes de lesa humanidad de esta NUEVA INQUISICIÓN PSIQUIÁTRICA...
- LOS NIÑOS VICTIMAS DE LA MAFIA PSIQUIÁTRICA como se puede ver en el documental "El niño medicado" y "PSIQUIATRÍA, LA INDUSTRIA DE LA MUERTE": SON EXCELENTES DOCUMENTALES QUE NOS MUESTRAN LA VERDADERA CARA DE LA PSIQUIATRÍA OFICIAL,Y LA DE LA MAFIA PSIQUIÁTRICA EN GENERAL, Y LOS DAÑOS INMENSOS QUE HA HECHO, Y QUE TODAVÍA HACEN, A LA HUMANIDAD, POR TANTO SON CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD QUE DE MANERA MUY SILENCIOSA Y SISTEMÁTICA HAN COMETIDO DURANTE AÑOS Y AÑOS.
...ES UNA HERRAMIENTA MÁS DE LA MALDAD DESPLEGADA POR LOS DENOMINADOS 'PODERES FÁCTICOS', PERO ESTA VEZ UTILIZAN A LOS MÉDICOS MATASANOS CON BATA BLANCA (MÁS BIEN SON SEPULCROS BLANQUEADOS POR FUERA PERO LLENOS DE PODREDUMBRE POR DENTRO)...
PSIQUIATRIA, LA INDUSTRIA DE LA MUERTE:
- ALGUNAS REFLEXIONES ACERCA DE ESTA PROBLEMÁTICA CREADA POR LA PSIQUITRÍA OFICIAL DE MEDIO MUNDO O POR LA DENOMINADA MAFIA PSIQUIÁTRICA O NUEVA INQUISICIÓN PSIQUIÁTRICA:
Ver enlaces de Google acerca de la mafia psiquiátrica y temas relacionados hacer clik aquí
Por otra parte...estos enlaces tratan el problema comentado de la mafia psiquiátrica que, además,desde estas instituciones ahora bastante corruptas de modo callado o utilizando a los medios de comunicación o de manipulación de masas atacan por activa o por pasiva, de manera directa o indirecta, a toda persona que posea o diga poseer alguna facultad de tipo paranormal o de sentidos internos todavía hoy poco estudiados y mal interpretados, hoy por hoy poco comunes, pero que lo serán algún día en una Humanidad más evolucionada, y no quiere decir que luego estén en el futuro todos locos sino que, mejor dicho, la casi locura del mundo de hoy ya no será así, pero es objeto de mal mirar y de persecución ideológica si alguien se atreve a afirmar o a sugerir o a decir o si sólo cree tener algunas facultades ESP (facultades extrasensoriales, según dice la moderna Psicología en su rama de Parapsicología) o si creen ser o dicen tener mediumnidad o ser mediums o canalizadores (channeling) y tratando a todo aquella persona que lo diga públicamente y a todos los que creemos en según qué tipo de cosas o de ideologías de esquizofrénicos o de locos de remate, sin descartar posibles fascinaciones auténticas, que también las hay o los casos de gente que les guste llamar la atención o tener mitomanías varias o con ánimo de posible fraudes... hay casos y casos y no todo es blanco ni todo es negro...pero se tiende casi siempre a perseguir o a mirar como sospechosa cualquier cosa de las citadas, aunque habrá casos que sean efectivamente patologías mentales y otros casos que no lo sean...pero se tiende más a criminalizar y a perseguir en todos los casos practicamente sin distinción...
...cada caso hay que desglosarlo y analizarlo de manera muy personalizada, en profundidad y de modo muy particular y no se puede meter todo y a todos en el mismo saco , tal como hace hoy esta NUEVA INQUISICIÓN PSIQUIÁTRICA, mafia psiquiátrica o la psiquiatría oficial de medio mundo o como se le quiera denominar...y sólo se salvan de la denuncia pública ciertos casos de profesionales de la psiquiatría, casos de profesionales muy puntuales, casos como los de psiquiatras meritorios tales como como Brian Weiss, Elizabeth Kübler Ross, ya fallecida, Jiménez del Oso, también fallecido, Raymond Moody y algunos pocos cientos de psiquiatras brasileños seguidores de la filosofía espírita codificada por Allan Kardec (n. Lyon, 3 de octubre de 1804 - m. París, 31 de marzo de 1869), seudónimo del ilustre pedagogo francés Hippolyte Léon Denizard Rivail, etc, etc...aunque tampoco es que sean demasiados los casos meritorios pero, al menos, algo es algo...
- ESTE ARTÍCULO SE QUEDA CASI SIEMPRE INSUFICIENTE ANTE LA GRAN CANTIDAD DE INFORMACIÓN QUE HAY QUE MANEJAR O DIGERIR, APARTE DE ESTAR LA INFORMACIÓN BASTANTE DISPERSA O CONFUSA EN MUCHAS OCASIONES... Y APARTE, LOS PUNTOS OBSCUROS QUE AÚN QUEDAN POR INVESTIGAR O ACLARAR...
EL TEMA SE LAS TRAE Y EXIGIRÍA TODO UN EXTENSO MONOGRÁFICO, ALGO REALMENTE AGOTADOR, TAL Y COMO SE NECESITARÍA, POR EJEMPLO, PARA UN TEMA MONOGRÁFICO COMO EL DE PLANTAS MEDICINALES O NATUROPATÍA QUE PUEDIESE RONDAR LAS 1000 PÁGINAS, PERO EL SENCILLO ARTÍCULO QUE AHORA SE POSTEA CON VIDEOS INÉDITOS DE YOUTUBE Y OBTENIDOS DE DOCUMENTOS TV DE LA TVE 2, POR CIERTO, ALGO INUSUAL PARA UN CANAL PÚBLICO ESPAÑOL BASTANTE MANIPULADO SOBRE TODO EN LOS ESPACIOS DEDICADOS A LOS NOTICIARIOS, Y COMO NO PODÍA SER DE OTRA MANERA DEBIDO A LAS PRESIONES E INTERESES POLÍTICOS DEL MOMENTO.
EN ESTE ARTÍCULO SE HA POSTEADO PARA EL SITIO WEB-BLOG DE FORMA PÚBLICA, DONDE SE POSTEA TODO DE UN MODO MÁS O MENOS COMPLETO Y ACLARATORIO , CON ALGUNOS ENLACES Y MÁS INFORMACIÓN Y REFLEXIONES PERSONALES ( también se ha posteado en el facebook del PEH y en el twiter del PEH )...
- Documental en Youtube de 10 capítulos:
PSIQUIATRIA, LA INDUSTRIA DE LA MUERTE
EXCELENTE DOCUMENTAL QUE NOS MUESTRA LA VERDADERA CARA DE LA PSIQUIATRIA Y
LOS DAÑOS QUE HA HECHO A LA HUMANIDAD, UNA HERRAMIENTA MAS DE LA MALDAD.
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 1
http://www.youtube.com/watch?v=dHXlNC-YveE&feature=player_embedded#at=15
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 2
http://www.youtube.com/watch?v=oiQ_mkForF8&feature=related
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 3
http://www.youtube.com/watch?v=PETdO40EgGc&feature=related
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 4
http://www.youtube.com/watch?v=6PQDSN-OfIA&feature=related
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 5
http://www.youtube.com/watch?v=ovxI9ziQw8c&feature=related
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 6
http://www.youtube.com/watch?v=vTnFDNu9L8Q&NR=1
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 7
http://www.youtube.com/watch?v=_YvMtPvWb4E&feature=related
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 8
http://www.youtube.com/watch?v=nRUejAnAQwo&feature=related
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 9
http://www.youtube.com/watch?v=0HI9OYXxGNc&feature=related
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 10
http://www.youtube.com/watch?v=R0LmZQBfeY8&NR=1
PSIQUIATRIA INDUSTRIA DE LA MUERTE 11
http://www.youtube.com/watch?v=637pRWoVpyE&feature=related
(25 septiembre 2016)
“Los fármacos psiquiátricos nos hacen más daño que bien”
En 1936, el neurólogo portugués Egas Moniz presentó una operación quirúrgica que destruía conexiones entre la región prefrontal y otras partes del cerebro. Esta cirugía, conocida como lobotomía, se popularizó como tratamiento para la esquizofrenia y en 1949 le valió a Moniz el Nobel de Medicina. La intervención perdió interés años después por la aparición de medicamentos como la clorpromacina, que se convirtieron en el tratamiento habitual para este tipo de enfermedades mentales.
Desde entonces, la lobotomía ha pasado a ser un símbolo de una psiquiatría que curaba a los pacientes anulándolos y algunos grupos de familiares de lobotomizados han pedido incluso que se le retire el Nobel a Moniz. Algunos expertos, no obstante, consideran que, en su momento, sin alternativas terapéuticas para aquellas psicosis, el tratamiento del médico portugués mejoró la vida de sus pacientes y sus familiares.
El caso de la lobotomía es una muestra de lo controvertidas que pueden resultar las herramientas terapéuticas en una disciplina tan compleja como la psiquiatría. Los fármacos que sirvieron para superar aquella cirugía, a los que muchos psiquiatras atribuyen la dignificación de la vida de pacientes con trastornos psicológicos graves, tampoco han sido ajenos a las críticas. Peter Gøtzsche (Næstved, Dinamarca, 1949), profesor de Diseño y Análisis de Ensayos Clínicos de la Universidad de Copenhague, lleva años abogando por la reducción drástica del uso de fármacos contra las dolencias psiquiátricas. En su libro "Psicofármacos que matan y denegación organizada" (Los libros del Lince), el investigador danés analiza las carencias de la ciencia que justifica el uso de estos medicamentos y explica por qué cree que, pese al consenso que despiertan entre los psiquiatras, “están haciendo más daño que bien”.
"¿Por qué se llevaron a cabo sangrías durante tantos siglos, incluso cuando necesitabas líquidos?"
Pregunta. Usted aboga por una reducción paulatina [Gøtzsche advierte del peligro de dejar de tomar psicofármacos de repente], pero prácticamente total, del consumo de medicamentos psiquiátricos. Sin embargo, hay muchos psiquiatras que defienden su utilidad y que afirman que han permitido reducir la cantidad de enfermos recluidos en asilos.
Respuesta. En primer lugar, no es correcto decir que los antipsicóticos hayan reducido la presencia de personas en asilos. El vaciado de los asilos tiene que ver con consideraciones financieras. Era demasiado caro tener a tanta gente en estas instituciones por muchos años. Esa reducción no coincide con la introducción de fármacos antipsicóticos.
Los antipsicóticos son algunos de los medicamentos más tóxicos que existen, aparte de la quimioterapia para el cáncer. Producen daño cerebral permanente, algunas veces incluso después de un tiempo de uso relativamente breve, y hacen más difícil que la gente vuelva a vivir una vida plena. He llegado a la conclusión de que, muy probablemente, nos iría mucho mejor si no utilizásemos antipsicóticos en absoluto.
No soy la única persona que lo ve así. Hay psiquiatras que han estudiado la literatura de una forma tan cuidadosa como yo y que han llegado a la misma conclusión: que en realidad no necesitamos fármacos antipsicóticos, porque frente a lo que implica el nombre, antipsicótico, no curan las psicosis. Los antipsicóticos tranquilizan a la gente, pero también les arrebatan parte de sus emociones, parte de sus pensamientos normales. Puedes ver que algunos de ellos se convierten en zombies, que no pueden hacer nada.
P. Si estos fármacos son tan dañinos, ¿por qué comenzaron a utilizarse de forma habitual en psiquiatría?
R. En 1954, cuando la clorpromazina fue descubierta y llegó al mercado. se consideraba una mala droga, la comparaban con una lobotomía química. Sin embargo, un año después, de repente, era buena. Eso es muy extraño. Hubo un presidente de la Sociedad Americana de Psiquiatría Biológica que afirmó que ese fármaco era como la insulina para la diabetes. Es algo demencial, porque si tienes diabetes, te falta insulina, y cuando a ti te dan algo que te falta es un buen tratamiento. Pero cuando tienes una psicosis no te falta nada, así que la comparación es errónea. Sin embargo, desde que se lanzó aquella idea se ha hablado de un desequilibrio químico. No hay desequilibrio químico, nunca se ha podido demostrar que haya nada en los pacientes psicóticos o depresivos diferente de las personas sanas. El desequilibrio químico es una mentira.
El Instituto Nacional para la Salud Mental en América, llevó a cabo un ensayo con clorpromazina y fármacos similares y placebo y concluyeron justo lo contrario de lo que pasa cuando das estas drogas a la gente. Observaron que los pacientes eran menos apáticos, que se movían más y parecían mejorar. Estas drogas hacen justo lo contrario. Esto sucede porque los ensayos no están bien cegados.
Utilizando psicoterapia se puede enseñar a la gente a manejar los sentimientos que les acaban convirtiendo en pacientes psiquiátricos
P. Si los datos de los estudios son accesibles a todo el mundo, ¿por qué tantos psiquiatras los interpretan mal? ¿Es que son todos estúpidos o malvados?
R. Esta pregunta es interesante y no solo concierne a la psiquiatría. ¿Por qué se llevaron a cabo sangrías durante tantos siglos? Incluso cuando tenías cólera y necesitabas los fluidos, tomaban la sangre de la gente y muchas veces eso les mataba. Y creían que lo hacían bien. Durante siglos. Cómo es posible que nosotros los humanos, que tenemos cerebros maravillosos, podamos quedar atrapados en engaños colectivos como las sangrías o la creencia en los antipsicóticos. Así son los humanos, pero tenemos que combatirlo demostrando a la gente que sus creencias no coinciden con la evidencia científica.
P. ¿Qué alternativas hay a los fármacos contra las psicosis graves?
R. Es muy simple: ningún fármaco. La alternativa a dar demasiadas drogas a la gente es darles muy pocas. Si hiciésemos eso tendríamos una población más sana que viviría más, porque las drogas psiquiátricas matan a mucha gente. Y no lisiaríamos a tanta gente, tanto físicamente como cerebralmente. Otra alternativa es darnos cuenta de que muchas de las que llamamos enfermedades psiquiátricas se tratan mejor a través de psicoterapia. Estas enfermedades muchas veces tienen que ver con fuertes emociones que la gente no puede manejar y que les hace asustados, ansiosos... Utilizando psicoterapia se puede enseñar a la gente a manejar esos fuertes sentimientos que les acaban convirtiendo en pacientes psiquiátricos.
"Los antipsicóticos tranquilizan a la gente, pero también les arrebatan parte de sus emociones"
P. ¿Cómo suelen responder los psiquiatras a sus críticas?
R. Muy rara vez debaten conmigo lo que la ciencia dice. Creo que esto muestra que para ellos es difícil debatir sobre la ciencia. Lo que hacen es tratar de denigrarme como persona. Diciendo que no soy un psiquiatra. Es cierto, pero he aprendido a leer, soy un investigador, se leer artículos científicos. No necesito ser un psiquiatra para saber sobre este área.
También, junto a estos psiquiatras que se sienten amenazados, hay otros que están de acuerdo conmigo. Y hay hay algunos que no utilizan drogas psiquiátricas. Hay otros psiquiatras que están cambiando sus opiniones basándose en mi trabajo, algo que me anima mucho. Algunos no escuchan porque lo consideran demasiado aterrador. Si has creído en algo durante treinta años, ¿cómo puedes cambiar esa creencia?, decirte, estaba equivocado desde el principio, he dañado a muchos pacientes. Eso no es fácil, es más fácil cerrar los ojos y continuar como siempre.
P. Por cómo explica las cosas, da la sensación de que la gente está bien, empieza a tomar fármacos, empeora, y tiene que dejarlos para volver a estar bien. Pero la gente empieza a tomar medicamentos porque se encuentra mal y cuando deje de tomarlos es probable que la enfermedad no haya desaparecido.
R. Es un poco complicado. Cuando la gente no se siente bien y empieza a tomar drogas, muchos sienten que les ayudan. Pero lo que no saben es lo que habría pasado si no hubiesen tomado ningún fármaco. La mayor parte de la gente mejoraría en cuestión de semanas sin necesidad de drogas. Cuando les das un antidepresivo, muchos también mejoran en cuestión de semanas. Pero la diferencia entre darles la droga y un placebo es muy pequeña y estos ensayos clínicos no son fiables, porque no están bien cegados. Tanto los médicos como los pacientes confunden el proceso natural de curación que habría sucedido en cualquier caso, incluso con una psicosis aguda, con el efecto del fármaco.
Por otro lado, los pacientes se ponen nerviosos cuando dejan la medicación. Se preguntan qué pasará, si volverán a estar deprimidos. Y sí, si dejas un antidepresivo de una día para otro, muchas personas tendrán una depresión en cuestión de días, pero esto no es una depresión real, es una depresión fruto de la abstinencia. Ahora ha cambiado tu cerebro, como si un alcohólico deja el alcohol, se sentirá mal.
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La mafia Psiquiátrica
LA PSIQUIATRIA, LA INQUISICION MODERNA – LA GRAN HERRAMIENTA LEGAL DE CONTROL
En 1968 Un grupo de doctores valientes conscientes del fraude criminal que azota a la humanidad desde una de las ramas de la mafia médico-farmacéutica llamada PSIQUIATRÍA, hicieron un experimento para ridiculizar a la mafia psiquiátrica. Se hicieron pasar por desequilibrados mentales para que los encerraran en un centro psiquiátrico y, una vez dentro del manicomio, se comportaron normalmente. ¿Cuál creen que fue el diagnóstico y trato una vez dentro para todas estas personas totalmente normales?
El siguiente vídeo reportaje descubre a una industria deleznable y criminal condenada ya judicialmente en numerosas ocasiones por crímenes de lesa humanidad.
La psiquiatría al servicio de la corrupción:
http://kaosenlared.net/la-psiquiatria-al-servicio-de-la-corrupcion/
Por Ramón Martínez
La psiquiatría ha sido siempre la rama más resbaladiza de la medicina, entre otras razones, porque los conceptos de patología dentro del campo de las enfermedades mentales, han estado sujetos a convencionalismos que varían de unos sistemas de poder a otros, dependiendo de intereses que, desgraciadamente, con frecuencia no han sido honestos. Esta ha venido siendo la diferencia esencial con otras ramas de la medicina más precisas como la oftalmología, endocrinología, etc.
Cuando en la antigua Unión Soviética durante la Perestroika se liberaron muchos “enfermos mentales” de los centros psiquiátricos, los medios occidentales le dieron mucha publicidad a este hecho. Obviamente, tratar de enfermos mentales a los disidentes políticos, era un claro síntoma de corrupción que fue usado como un buen argumento para dar superioridad ética y moral a un Occidente que alardeaba de la transparencia y honestidad de sus “democracias”. Pero estos medios occidentales no dieron tanta publicidad a que los criterios para el diagnóstico de la personalidad esquizotípica de la Asociación Americana de Psiquiatría, siempre fueron un motivo de alarma. Y así lo denunciaba en el año 2003 la Dra. Carole Smith en la Revista de Estudios Psicosociales “Journal of Psycho-Social Studies” con su artículo “On the Need for New Criteria of Diagnosis of Psychosis in the Light of Mind Invasive Technology”. Según este artículo, en la edición de 1987 del “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de EE.UU” o DSM, se establece que al menos tiene que haber cuatro de las características que se especifican para el diagnóstico de la esquizofrenia. De cuatro en la edición de 1987 pasaron a solo dos en la edición de 1994, curiosamente poco después de que la Perestroika hubiese acabado en la antigua Unión Soviética.
La profesora Lisa Cosgrove de la Universidad de Massachusetts y el periodista Robert Whitaker, describen en su obra “Psychiatry Under the Influence: Institutional Corruption, Social Injury, and Prescriptions for Reforms” como los intereses económicos (industrias farmacéuticas) y corporativos han sido fuente de corrupción en la psiquiatría. Según estos autores, convertir en enfermos a personas sanas es especialmente sencillo en psiquiatría donde no existen criterios biológicos para poder determinar la existencia o no de enfermedad: los criterios son “fungibles” y dependen del juicio profesional con lo que, en esencia, “los profesionales pueden hacer casi lo que quieran”.
Las cosas han ido a peor en posteriores ediciones del DSM y actualmente el solo hecho de ser crítico con la autoridad en EE.UU. puede ser considerado un síntoma de enfermedad mental según nuevos diagnósticos que se han inventado.
En los países con sumisión incondicional a los lobbies que controlan EE.UU. también se ha implantado esta forma de diagnosticar cualquier conducta que se salga de la “norma”. El resultado es una cantidad enorme de niños y jóvesnes que reciben “diagnósticos” con la consiguiente medicación. En Suecia por ejemplo, gracias a mi trabajo como profesor en colegios públicos, he podido constatar la facilidad con que se les asigna a los alumnos diagnósticos psiquiátricos, aunque los padres tienen que aprobar que se medique a sus hijos, cosa que afortunadamente no sucede en todos los casos. Estos diagnósticos al parecer acompañan al expediente de los alumnos de por vida.
En España, aunque no es tan conocido, tenemos muchos casos flagrantes documentados de corrupción en la psiquiatría y no parece casualidad que estos casos estén relacionados con el Opus Dei. Un ejemplo representativo es el del psiquiatra del Opus Enrique Rojas, quien, de común acuerdo con el marido de una mujer, maquinaron a espaldas de esta señora para quitarle la custodia de sus hijos e internarla en un psiquiátrico. Parece ser que además la señora tenía dinero. Este caso no es más que uno de tantos casos de falta de escrúpulos y de ética profesional dentro del Opus Dei. Así lo denuncian quienes conocen a los psiquiatras del Opus Dei: “Un psiquiatra de la obra es un delator y punto. No hay otro calicativo”. El artículo de Cristina Sánchez sobre la cuarta planta de la clínica del Opus viene a confirmar la falta de ética profesional de los psiquiátras de esta secta, y la impunidad de estos es una muestra más del poder que tiene el Opus Dei en el Estado. Es muy preocupante que una secta con tanto poder pueda tener control sobre la psiquiatría en una sociedad, porque muchas de sus víctimas acaban en centros psiquiátricos, y en muchas ocasiones estos internamientos son producto de maquinaciones persiguiendo beneficios económicos, como se ha demostrado más de una vez tratándose del Opus Dei.
Probablemente el lector habrá visto o leído alguna obra policiaca donde el criminal, tras ser desenmascarado ante testigos, reacciona acusando al detective que lo deja en evidencia de que está “loco” para de esta forma restarle credibilidad. En un Estado controlado por organizaciones criminales, parece ser común esta reacción, pero la diferencia es que al tener el poder del Estado pueden llegar a internar a quienes se les antoje , y según el artículo sobre la cuarta planta de la clínica del Opus, en muchos casos tras un proceso de hostigamiento y maquinación premeditada a espaldas de la víctima.
La calificación de teorías de la conspiración a cualquier intento de poner en duda la versión que dan los gobiernos corruptos es un indicio de esta línea de mostrar como desequilibrados a quienes se atreven a dudar de sus “honestas” versiones de los hechos. Es un grave error dejar la seguridad de los ciudadanos en manos de profesionales cuyos criterios son de dudosa honestidad. Pero como se ha visto en las disposiciones de la Asociación Americana de Psiquiatría y en las acciones de los psiquiatras del Opus Dei, cualquier disidente a sus intereses está en peligro de ser diagnosticado de una grave enfermedad mental. Un sistema transparente que lucha activamente contra la corrupción, no permitiría jamás que semejantes delincuentes pudiesen ejercer la psiquiatría quebrantando las normas deontológicas con fines ilegítimos con total impunidad.
https://www.facebook.com/ramon.martinez.33046736
- CASOS AÑADIDOS A ESTUDIAR Y ALGUNAS REFLEXIONES MÁS:
Hay casos documentados pero que , por diversas causas nunca o casi nunca salen a la luz pública, porque son realmente terribles y provocarían estupor, donde se cometen tropelías en todas las partes de España, una sanidad ya corrupta que se ha convertido en una especie de mafia médica o psiquiátrica muy bien organizada donde se llega incluso a discapacitar a gente que está perfectamente normal para quedarse sus bienes o posesiones, donde se han compinchado desde médicos a auxialiares sanitarios e incluso trabajadores y asistentes sociales, todo un escándalo por destapar a la luz pública mas lo que falta aún por descubrir, pero de momento no hay voluntad política, jurídica o judicial ni el poder económico o ejecutivo ni el dinero necesario para meter a más de uno y de una en la cárcel, por ejemplo, para evitar vaguedades:
...cierto caso del psiquiatra apellidado ..., que se compinchó con las asistentes sociales del barrio de ... de la ciudad de...para discapacitar a la hija de una paciente que ya tenía cierto grado de demencia senil, la hija estaba perfecta de salud mental pero si no llega a ser por la intervención de ciertas personas de la rama sanitaria, pero de otro hospital y que estaban ocasionalmente en la planta de ingreso de salud mental (nota aparte: lo de salud mental es un decir jocoso viendo lo que son algunos y algunas médicos y médicas psiquiatras y sanitarios, unos pícaros de la sanidad, gente con mucha villanía que circula como río por sus venas) y que viendo perfectamente este panorama le pudieron dar el móvil o celular a tiempo a esa chica que iba a ser víctima y ésta, finalmente pudo llamar al abogado suyo para sacarla de esa planta de ingreso de salud mental de cieto Hospital de España, gracias a esa intervención y a los reflejos o reacción rápida de esa chica a día de hoy esa mujer, la hija que estaba de visita al hospital para ver a us madre enferma, estaría más empastillada que una farmacia y con todas sus posesiones ya vendidas, bien facil es hacerle firmar cosas y luego negar que fue obligada si total es que estaba muy enferma mental y delira...
...mucha gente no has visto todo el fondo del asunto mencionado y se ha quedado en la mera superficie sin ver lo todo que se esconde a la luz pública, y decepciona mucho que la gente, la sociedad en general, no se moleste mucho en ser algo más curiosos e investigadores y que verdaderamente no puedan llegar a ahondar más en este tétrico asunto de la mafia médica ¿sanitaria?... para que así, entre todos, desde toda la sociedad solidaria, poder hayar una determinante y mejor solución a un terible problema social, totalmente escondido u ocultado de las miradas curiosas o investigadoras...
...mucha gente se limita a dar consejos, pero que ya son algo retóricos y sin aportar sugerencias o incluso alternativas o soluciones factibles...mucha gente se queda en el mero retoricismo o en estereotipos falsos o artificiales, muy lejos de la dura verdad que subyace en el problema aludido, se queda mucha gente en los temas ya sabidos o trillados que seguramente no se deben obvíar del todo y que se pueden llegar a tener en cuenta en un momento dado, pero es algo más lo que se busca, lo que buscamos mucha otra gente, ya que mucha gente se implica en justas y solidarias tareas, pero muchas veces vemos, con cierta desilusión, que no tenemos a la mayor parte de la sociedad nacional y mundial en esa lucha contra la sanidad corrompida o mafiosa...
Es la sociedad, en su conjunto, la que muchas veces decide de manera consciente o inconsciente, hacer o deshacer, cambiar eL rumbo dramático de los acontecimientos o no cambiarlos, pero sabido es que se elija el camino que se elija, de modo individual o colectivo, siempre o casi siempre se tendrá que luchar o trabajar y afrontar situaciones no siempre agradables, ya que habrá trabas y muchas barreras en forma de personas , circunstacias o cosas que se tendrán que afrontar, esquivar o superar,, dicho como reto personal o colectivo porque como aquél documental de Sir David Frederick Attenborough, conocido naturalista ambientalista británico, el titulo lo dice bastante completo: "LA VIDA A PRUEBA" (The trials of life, 1990)
Muerte y destrucción que genera la Psiquiatría y quienes viven de semejante estafa, y debe desaparecer cuanto antes esta dañina rama falsa de la medicina que crean enfermedades ficticias: es una falsa medicina, lo mismo que genera lo deberían de recibir y que bebieran de su misma medicina y lo recibieran como un boomerang quienes se lucran de este chiringuito o negocio criminal que es la Psiquiatría y que debe desaparecer para que todo cambie y empiece a mejorar y no para que le cambien el nombre y sea algo peor, otra cosa es que se consiga amnte la enorme manipualción en todos los órdenes para que nadie mejore y se rectifique el equivocado camino criminal que la Psiquiatría ha inciado desde su instauración hasta los propios "padres" de la Psiquiatría que son los principales causantes de tal dcesastre de la Medicina y después sus continaudores que fueron y son mucho peores y más criminales.
Habrá que crear una medicina más integradora y holística y cambiar no sólo el nombre de Psiquiatría sino su forma de hacer las cosas, reinventarse porque por ahora es sólo una industria de la muerte y de fabricar y aumentar e inventar más enfermos y enfermedades, el asunto es muy complejo y extraordinariamente difícil. La inmesa mayoría de la gente que vive en la badicracia y en la incultura , sin cultura profunda no puede entender la importancia de este problema y todo lo que se ignora acerca de todo ésto, aparte de una evidente falta de empatía e insolidaridad.
Porque la insolidaridad, el dogmatismo y la muerte son pautas de un mundo bárbaro con barniz de civilización, la falsa civilización del mundo actual que es simplemente barbarie y le han puesto nombres a todos los países de civilización democrática o más o menos democrática cuando ni es civilización ni democracia sino sólo barbarie disfrazada en el ridículo de la democracia o de la cultura de la falta de libertad auténtica.
Como mención aparte cabe destacar otro curioso caso, entre los muchos que haya, en este caso en la ciudad de Barcelona y que ilustra muy bien lo que hacen esta especie de mafia psiquiátrica o de NUEVA INQUISICIÓN PSIQUIÁTRICA y puede ser ilustrativo el caso de George Cabazzelis, supuesto abduccido por ETs o extraterrestres, cuando buscó ayuda lo que le dijeron era que su caso era catalogado como el de otros cinco más en su zona donde vivía, como casos psiquiátricos sin ningún lugar a dudas...
Es que ni siquiera dan lugar a que alguien acierte o se equivoque en sus posibles declaraciones...es como una especie de persecucion inconsciente o consciente de estos "matasanos"... a veces da la sensación de que tienen la mente cerrada en la intransigencia, su ciencia les infla el ego y, a veces, les hace creerse dioses aunque no sean tales...
George Cabazzelis sin ayuda de esa mafia psiquiatrica, repleta de nuevos inquisidores, parece ser que superó su problema y trabajó desde su corazón, elevó su conciencia y fué más allá de los abductores, de su problema, y de las milongas de los psiquiatra-inquisidores aficionados a la medicación pisquiátrica, que son otro problema, ahora viaja con Suzanne Powell, quien hace consulta gratuita de nutrición y reset, cursos gratuitos de Zen y control del sistema nervioso, meditación y respiración consciente…Información sobre Suzanne Powell, `que nadie te quite la esperanza´:
http://www.iberarte.com/index.php/201108065962/canales/opinion/suzanne-powell-nadie-te-quite-la-esperanzaa.html
Enetrevista a George Cabazzelis:
http://www.youtube.com/watch?v=2wS61qNzZ8I
NOTA ACLARATORIA: Es importante tomar la información ofrecida por George Cabazzelis ¿información o desinformación? éso lo decide cada cual, pues cada cual debe sacar sus propias conclusiones, sean ciertas o no tan ciertas, ya que la información se debe aprehender la que cada uno necesite en su momento - del material aludido acerca de George Cabazzelis cada cual debe saber si le sirve o no le sirve, si se lo cree o no se lo cree- ...y está bastante claro que nunca se debe creer en absolutamente todo lo que se escucha o lee, de todas formas el camino evolutivo de cada ser es muy diferente, éste tipo de experiencias o supuestas experiencias sólo pueden llegar a servir a cada uno de nosotros como posible punto de referencia...o no...- siendo sólamente observadores-, insistir en que los caminos de todos son muchos y muy diferentes, así casi siempre...y es muy valioso escuchar las experiencias de otros, pero sin perder el norte que cada uno interiormente conoce...y, desde luego, sin creer todo lo que se escucha...pero los sin extremismos agotadores antes mencionados...
Un sano escepticismo tampoco viene mal de vez en cuando y el librepensamiento es mejor que el dogmatismo médico, político, económico o religioso...
- Links recomendados:
Psiquiatría NET
Los abogados saben atacar la psiquiatría
Algunos abogados saben atacar legalmente a la psiquiatría
http://www.mentalhealth.freeuk.com/article.htm
Atacar legalmente el campo de la psiquiatría
“Los psicólogos y los psiquiatras desafiadores del derecho como peritos”
- Una razón es que los psiquiatras tienen una tendencia a desatender evidencia científica a favor de las teorías que no se han probado ni se han validado.
- Otro es que su sobreexposición a los individuos inadaptados da lugar “a una sensibilidad exagerada a la psicopatología” o a una predisposción para encontrar desórdenes y la anormalidad donde ninguna puede existir.
- Tercero, la línea de preguntar de un psiquiatra persigue o la manera de preguntar puede predisponer la información obtenida; “las expectativas de psicólogos y de psiquiatras pueden conducirlos a creer que los síntomas con sus impresiones de diagnóstico fueron exhibidos en una entrevista, cuando de hecho, no lo eran. ”
- Cuarto, la investigación ha demostrado que los psiquiatras alcanzan típicamente sus conclusiones de diagnóstico a principios de entrevistas; consecuentemente, confían en datos mínimos para la fabricación de conclusiones y tienen a menudo una tendencia a desatender la evidencia que contradice sus impresiones iniciales, conduciendo al mantenimiento de la creencia y del falso error de juicio.
- Quinta, Campbell precisa que las entrevistas psiquiátricas son erróneas porque los psiquiatras se complacen a menudo en preguntas espontáneas que pueda predisponer sus datos, que la comprobación comprensiva posterior de sus preguntas.
- Igualmente, el tratado de Ziskin observa que hay numerosos problemas en la recopilación e interpretación de datos de los psiquiatras. Porque el psiquiatra debe confiar solamente en los síntomas y los hechos según lo relatado por el paciente, el paciente puede engañar al examinador, particularmente cuando el paciente está implicado en el pleito. Por ejemplo, el paciente puede tener un incentivo para retener la información que puede dañar su caso si él sabe que el psiquiatra atestiguará en su caso.
- El psiquiatra no puede tener ningún medio de verificación objetiva de lo que le ha dicho el paciente. Además, los examinadores influencian los datos que obtienen; así, diversos examinadores pueden tener diversas conclusiones de los datos, conduciendo a resultados contrarios.
- Por otra parte, hay mucha controversia dentro del campo con respecto a las categorías de diagnóstico o las clasificaciones que los psiquiatras confían a la luz de su uso e interpretación variable y contraria, de su carencia probada de confiabilidad, de validez y de su utilidad limitada en la dirección de juicios forenses y de las preguntas debido a su naturaleza general. Estas clasificaciones se contienen en el diagnóstico y el manual estadístico de los desórdenes mentales (DSM) publicados por la asociación psiquiátrica americana,siendo el DSM-IV la más reciente de las ediciones, DSM-III-R y DSM IV. Artículo de Campbell y tratado de Ziskin que tratan las deficiencias y los problemas inherentes con estos sistemas de la clasificación.
6 comentarios
A veces, aunque no siempre se puede detectar, parece como si existiese una especie de 'justicia distributiva' o "ley de causa y efecto" y que "se recoge lo que se siembra":
(Hemeroteca 28 febrero 2017) Se suicida el psiquiatra Pedro Sopelana Rodríguez que fue denunciado por dos de sus enfermos en el mes de enero y el día 7 de febrero de 2017 tras ser detenido por abusos sexuales a sus pacientes: http://www.elmundo.es/madrid/2017/02/28/58b4a91c22601db27a8b464d.html
(23 enero 2018)
Mentes Despiertas y Rebeldes Vs. Mafia Psiquiátrica-Farmacéutica:https://lokuraproletaria.blogspot.com/2018/01/mentes-despiertas-y-rebeldes-vs-mafia.html
"La Asociación Psiquiátrica Americana considera un trastorno mental el pensamiento desafiante, algo más que conveniente para mantener a la sociedad en una posición sumisa. [..] Ser un libre pensador, un cuestionador, es ahora una enfermedad mental según la nueva edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana. Este manual identifica una nueva enfermedad que llama “trastorno de desafío oposicional” (ODD, por sus siglas en inglés) y la define como “un patrón constante de comportamiento desobediente, hostil y desafiante” con síntomas que incluyen cuestionar la autoridad, actitud retadora, tendencia a discutir y a molestarse fácilmente." ("La industria psiquiátrica a la caza de mentes despiertas") Risas. La inteligencia y la diferencia -no sólo individuales sino colectivas- y, por lo tanto, la autonomía de pensamiento y la rebeldía frente al orden establecido, ahora son consideradas como "trastornos" que hay que "medicar". ¡Ah, la psiquiatría -esa psicopatología fina- autoafirmando su sempiterno rol de aparato de etiquetamiento, represión, normalización y control psicosomático social! En contubernio, por supuesto y como siempre, con la industria farmacéutica y sus psicofármacos para "equilibrar" a los "enfermos o trastornados mentales". (Más risas, porque me acordé que la semana anterior un individuo despreciable me dijo "trastornado" y me le reí burlonamente y entonces, asustado, me dijo "loco".) Toda una mafia: la mafia del poder médico capitalista, que se encuentra enquistada no sólo en la cumbre estatal y empresarial sino que infesta a toda la sociedad hasta en sus niveles más "micro". Pero su hegemonía no es absoluta ni intocable. Existe la contradicción antagónica a todo ese poder: los proletarios-enfermos-pacientes-locos que se asumen como tales y, por lo tanto, en pie de lucha antisistémica. "¡Uníos Hermanos Psiquiatrizados en la Guerra Contra la Mercancía!". Ya decía yo en La Locura en Marx que no existe mayor "locura" que criticar de raíz y por completo y no querer ni poder "adaptarse" a este sistema capitalista de alienación, explotación y muerte, basado en una psicopatología generalizada llamada fetichismo de la mercancía o dictadura del valor; y, por lo tanto, que no existe mayor "locura" que luchar por la revolución social, la revolución comunista y anárquica, que es total y mundial, integral y global o no es. Luchar por una vida y una comunidad realmente humanas, diferentes, libres, salvajes, bellas, exuberantes y gozosas. Pues el poder médico le vuelve a declarar la guerra a esto mismo, a la lucha por la vida, nuestra vida, ¡a nosotrxs!, pero con otra terminología no sólo falaz sino falsa y miserable. ¡Qué bien! ¡Porque estamos en guerra csm! ¡Abajo la Psiquiatría y sus "Trastornos"! ¡Abajo el Poder Médico del Capital y Todo el Capital! ¡Abajo la Dictadura del Dios Valor y su Normalidad Social! ¡Viva la Inteligencia, la Diferencia, la Autonomía y la Rebeldía Humanas! ¡Viva la Locura! ¡Viva la Vida (que está en otra parte)! ¡Viva la Lucha! ¡Viva la Destrucción Creadora! ¡Viva la Revolución!... Así que "¡Vengan no más, hijueputas!"
Desde Primera Vocal intentamos no repetir contenidos de otras páginas web que hayan sido publicados de manera reciente, pero este caso es tan jodido que nos vemos obligadas a hacer una excepción. Noticias como la que protagoniza el siguiente texto, redactado por Locomún para Locura, comunidad y derechos humanos / Mad in America para el mundo hispanohablante, evidencian que hasta el momento las personas con un diagnóstico psiquiátrico somos ciudadanos de segunda categoría. Así de sencillo. Y no vamos a callarnos. No podemos hacerlo.
El 28 de febrero (2017) leíamos consternados en prensa la noticia de la muerte de un psiquiatra acusado de abusar de varias de sus pacientes en un centro de salud mental situado en la ciudad de Alcalá de Henares (Madrid):
Desde entonces hemos aguardado pacientemente alguna reacción institucional, de las asociaciones de profesionales, de los responsables políticos… pero no hemos sido más que testigos de un estruendoso silencio. Nadie ha hablado, ni los responsables de salud mental de Alcalá, ni de la Comunidad de Madrid, ni el Colegio de Médicos… nadie ha abierto la boca.
No hemos redactado este texto para especular sobre los hechos, y mucho menos para plantear ninguna cuestión de índole periodística. Disponemos tan solo de los datos que nos han llegado por la prensa, pero entendemos que son suficientes para alarmarse (sí, el verbo está cuidadosamente elegido) y exigir las aclaraciones pertinentes.
Entendemos que haya quienes se centren en el hecho terrible que supone el suicidio de este doctor, pero nosotros decidimos pensar en las víctimas de esta historia, quienes hasta el momento parecen ser las grandes olvidadas. Necesitamos compartir la rabia y la inquietud que nos generó esta noticia y la omisión de información que le ha seguido. Hemos esperado un tiempo más que prudente para hacerlo. Estos son los puntos básicos que consideramos cruciales abordar:
1) Apremiar a que se den explicaciones públicas sobre las acusaciones de acoso existentes y se pida perdón a las posibles víctimas. El hecho de que en un dispositivo dedicado al cuidado se vulnere la intimidad y la dignidad de las pacientes hace volar por los aires cualquier pacto de confianza, lo mínimo que se puede demandar es que haya algún esfuerzo por restituirlo. Sin embargo, hasta el momento parece que los pacientes psiquiátricos no merecen esa deferencia.
2) Plantear de manera colectiva y a nivel Estatal las siguientes preguntas: ¿qué ha fallado para se pueda dar un caso como este?, ¿qué puede estar fallando en otros dispositivos?, ¿qué mecanismos hay que poner en juego para que este caso no pueda darse jamás en el futuro dentro del marco de la atención pública?
En aras de la transparencia deberían existir documentos públicos y accesibles donde poder saber qué se hace en materia de prevención del abuso sexual en el campo de la salud mental. A día de hoy hay una gran opacidad. Ponemos un ejemplo al azar: ¿qué hace la administración de un recurso si conoce que un profesional ha tenido relaciones con un paciente?, ¿qué acontece tras constatarse dicha realidad?
3) Tras lo cual, es completamente necesario llevar dichas preguntas al terreno donde se pone en juego la vulnerabilidad día a día: las consultas y unidades de atención. Dado que la atención en salud mental es un contexto donde se produce un agravado desequilibrio de poder entre paciente y profesional, a lo que se suma una exposición de la biografía y emociones del primero, y por tanto es propicio para que haya un posible abuso: ¿qué instrumentos existen actualmente para prevenirlo? Creemos necesario definir al menos las siguientes cuestiones:
– Que existan mecanismos supervisión que garanticen la seguridad de los pacientes.
– Que haya herramientas reales para que los trabajadores que sean testigos de algún comportamiento que vulnere su seguridad puedan vehicular una protesta sin poner en juego su puesto de trabajo. Que sepa dónde, cómo y qué respuesta va a recibir.
– Que otro tanto suceda con los pacientes, sin que se expongan a posibles represalias. Todo indica que nadie parece plantearse la situación de indefensión que se produce cuando quien puede abusar de ti tiene la capacidad para ordenar un ingreso involuntario o revisar una pensión por enfermedad mental.
4) Finalmente, y aunque nos cueste escribir estas líneas, la salud mental goza de un grado inverosímil de excepcionalidad que hace necesario:
– Que quede claro que por encima de cualquier interés gremial se encuentra el cuidado y la atención al paciente. Es decir, que dicha declaración de principio sea real y por tanto pueda ser percibida como tal.
– Que se articulen estrategias para la prevención de la violencia de género dentro de los distintos dispositivos de atención a la salud mental (centros de salud mental, las unidades hospitalarias, la residencias, etc.)
Desde el colectivo Locomún queremos mandar todo nuestro afecto a las personas que hayan podido ser heridas en un contexto de atención psiquiátrica, así como hacer un llamamiento para erradicar el abuso de poder en dichos espacios. Desgraciadamente entendemos que cualquier otra actitud supone un menoscabo de los derechos humanos de los pacientes psiquiátricos.
La psiquiatría, el sufrimiento y la dignidad:
Siguiendo la tónica habitual del medio, y según se ha incrementado el número de visualizaciones, ahora el vídeo tiene anuncios. En concreto una promoción de la web 'todosobrelaesquizofrenia.com', que no es sino un artefacto publicitario financiado por Janssen (una de las grandes empresas que se reparten el mercado de los psicofármacos) y desarrollado por un puñado de profesionales de la salud mental a sueldo.
No es la primera vez que desde primeravocal.org señalamos los peligros que acarrea la conveniencia del mercado y la psiquiatría. Creemos que dicha relación vulnera numerosos y evidentes principios éticos, pone en peligro a las personas que se encuentran en tratamiento y obvia una realidad incuestionable: no se puede cotizar en bolsa y promover la filantropía a la vez. En algún momento, la acumulación de beneficios deja de ser compatible con el bienestar de las personas: o deseas riqueza, o que se recuperen, y sabemos que es muy complicado que ambas cosas se den de una manera simultánea. Las personas que sufrimos psíquicamente somos un nicho de mercado dentro del contexto capitalista, ni más ni menos.
II. La reciente publicación de una entrevista a Robert Whitaker en El País Semanal ha desatado un conato de debate (no ha llegado a tal) en el que se han cruzado varias cartas que defendían diferentes enfoques de la psiquiatría. El periodista Joseba Elola (artífice de la entrevista mencionada) ha recogido todas las posturas en un breve artículo.
Parece bastante claro que no todos los implicados han leído la obra de Whitaker en su totalidad. Su trabajo se limita a describir la irrupción y expansión del mercado psicofarmacológico en los EEUU (tarea ingente por la que ha recibido el premio al mejor libro de 2011 de la Asociación de Reporteros y Editores de Investigación de dicho país), no ofrece soluciones integrales a la problemática de la salud mental. Pero esta España en la que vivimos busca siempre la confrontación torticera, y con frecuencia, quienes más la promueven son los que socialmente están considerados como referentes de salud y adaptación…
En cualquier caso, cuestionar el uso que se le da a los psicofármacos se ha convertido en una herejía moderna. Solicitar que haya claridad informativa al respecto y que se permita a las personas tomar decisiones libremente desata la tormenta.
La primera respuesta fue de Miguel Gutiérrez Fraile, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, agrupación de profesionales que mantiene un vigoroso y tórrido idilio con la industria farmacéutica. Un puñado de párrafos efectistas que tratan de convencer al lector de las bondades del amo. Una argumentación vacilante que invoca entrelíneas al miedo como pilar de lo dicho. No hagan caso a extranjeros interesados (como si se pudiera sacar dinero de vender libros de ensayo en este país anquilosado), solo quieren traer el caos a sus consultas y familias. No vamos a diseccionar la carta… sería demasiado tiempo el invertido, tan solo vamos a extraer un par de líneas que nos han parecido un disparate:
La psiquiatría continuaba, afortunadamente, su medicalización. El enfermo psiquiátrico empezó a ser tratado como el resto de los enfermos. Tomó conciencia de su dignidad, de sus derechos.
¿No hay más lectores que se han sumido en el desconcierto al llegar a esta parte del escrito del ilustre catedrático de psiquiatría de la universidad del País Vasco? ¿Cómo se produce esa pirueta mágica por la cual zampar pastillas nos hace sujetos dignos? ¿Cuántas felicitaciones ha recibido este señor por parte de las delegaciones nacionales de los laboratorios que venden drogas psiquiátricas? ¿Dónde ha quedado la exigencia de escribir siguiendo un proceso lógico básico?
III. Este no es el lugar para debatir sobre fármacos, hay otros textos que se centran en ello. Todo lo dicho al respecto hasta el momento solo trata de evidenciar la centralidad que tiene el tratamiento psicofarmacológico en el ámbito de la salud mental. Matizarlo o cuestionarlo es considerado por muchos como crimen intelectual y político.
Janssen y sus paladines de bata blanca defienden con uñas y dientes su discurso hegemónico.Pero el entusiasmo con el que lo hacen también les lleva a decir chorradas. Como que una pastilla te otorga dignidad. Eso supone no saber qué es la dignidad. Es usar esa palabra sin estar en condiciones para hacerlo…
La dignidad no es jamás el atributo de un objeto, la dignidad es una virtud colectiva. No se trata de una característica privada. Eso solo acontece en el lenguaje vulgar del día a día: “El menú de ese restaurante es muy digno por el precio que tiene”, pero no debería hablarse así cuando hablamos del sufrimiento de las personas. La dignidad nunca es de uno solo. La dignidad que invoca Manuela en el vídeo que abre este texto es una dignidad con la que nos identificamos un número creciente de personas que ni siquiera la conocemos, y le agradecemos el calor que nos ha regalado. No se puede mercantilizar la dignidad, no se puede patrocinar al igual que no se puede envasar ni pinchar contra la voluntad.
La dignidad reside en cada lucha justa, la dignidad es un valor que afirma su propio valor. Así de simple. No pretendemos que los mercaderes lo entiendan, de momento nos basta con que no contribuyan más a la confusión.
Postdata para obtusos
Un ejemplo de lo dicho puede ser el siguiente:…
Hasta hace relativamente poco, los tratamientos para la Hepatitis C no eran siempre efectivos. Una mafia farmacéutica que chantajea a la sociedad civil ha sintetizado un medicamento que elimina el virus en la práctica totalidad de casos. Vende ese fármaco tanto a los Estados como a particulares a unos precios exorbitantes. Pero la cuestión es que funciona…
Pues bien, una persona descubre que tiene el virus de la Hepatitis C, sea porque determinados síntomas le han llevado a un especialista, o bien porque su índice de transaminasas ha dado la voz de alarma en un análisis rutinario. Se le ha realizado una prueba de laboratorio y ha dado positivo. Dicha prueba es repetida, y en el caso de que vuelva a ser positivo se analiza el genoma del virus (nótese que estamos hablando en cualquier caso de una metodología científica, de diagnósticos objetivos y no mediados ni ideológicos, es decir: de esos que no existen en el campo de la psiquiatría). Después, si la administración de turno accede, se le proporciona una medicación que revierte su situación: elimina la carga viral y cura al sujeto (nótese que estamos hablando de un medicamento que subsana un situación anómala y devuelve salud de una manera que puede ser corroborada por la misma prueba diagnóstica mencionada, es decir: un tratamiento de esos que no existen en el campo de la psiquiatría).
¿Confiere dignidad al paciente ese conjunto de pastillas? No. Le curan, que es otra cosa. ¿Hay dignidad en el propio tratamiento o en la industria que lo vende? No, es un negocio.
En el caso de la Hepatitis C, la dignidad reside en el colectivo de afectados que pelea por la universalidad del tratamiento. En las agrupaciones de personas que tratan de defender el derecho a una salud pública y para todos (incluidas las personas presas, que actualmente no pueden acceder a los tratamientos), asesorando a otras personas que han recibido un diagnóstico positivo, batallando con las instituciones, acompañando y haciendo presión en las consultas de los hospitales. Todos ellos son dignos y hay dignidad en su reivindicación.
(6 enero 2012)
Ideología y enfermedad mental, de Thomas Szasz
Sinopsis: Los psiquiatras, afirma Szasz, suelen ocultar y mistificar su toma de partido tras un manto de neutralidad terapéutica, sin admitir jamás que son los aliados o adversarios del paciente. En vez de definir su intervención como beneficiosa o dañina, liberadora u opresora para el “paciente”, insisten en definirla como un “diagnóstico” y “tratamiento de la enfermedad mental”. Es justamente en este punto, según el autor, donde reside el fracaso moral y la incompetencia técnica del psiquiatra contemporáneo. Se trata entonces de reevaluar la psiquiatría definiéndola como una empresa moral y política, desenmascarando una ideología que “menoscaba al hombre como persona y lo oprime como ciudadano”. Szasz encuentra además evidencias de la acción de dicha ideología en campos como la educación, la política y el derecho.
Índice : Introducción — El mito de la enfermedad mental — La ética de la salud mental — La retórica del rechazo — La salud mental como ideología — Qué puede hacer y qué no puede hacer la psiquiatría — El tráfico clandestino de valores humanistas a través de la psiquiatría — Alegato de insania y veredicto de insania — La internación involuntaria en hospitales neuropsiquiátricos: un crimen de lesa humanidad — Los servicios de salud mental en los establecimientos de enseñanza — La psiquiatría, el Estado y la universidad — La clasificación psiquiátrica como estrategia de coerción personal — ¿Adónde va la psiquiatría?
Jornadas “Una visión crítica sobre salud y enfermedad mental”, archivos de audio
La autodeterminación frente a los tratamientos médicos en salud mental; aspectos civiles y penales – 2012. De Fernando Santos Urbaneja
Artículo de E. González Duro, psiquiatra, profesor universitario y escritor español. Ha trabajado durante más de treinta años en la asistencia pública y fue uno de los principales protagonistas del movimiento anti-institucional de los años setenta. Este artículo, escrito en abril de 1999, hace un recorrido histórico por la psiquiatría española desde los años setenta.
En la España de los años 70 se cuestionó radicalmente la función de la psiquiatría tradicional, se criticó su academicismo inmovilista y se planteó el desmantelamiento del manicomio, su principal sostén institucional. Se luchó duramente y, frente a lo existente, se forjaron alternativas teóricas y prácticas, que se pretendían acordes con las necesidades de una sociedad que se modernizaba a marchas forzadas. Durante la transición democrática, se fue generando un reordenamiento sociopolítico de toda la problemática relacionada con la enfermedad mental y la salud, que fue el inicio de la constitución de un nuevo ámbito disciplinario denominado “salud mental”. Se postulaba la salud mental como un conjunto de saberes y técnicas diversas, que habría de operar fuera del manicomio, con la activa participación del paciente y de la comunidad. Pero sus metas iban más allá del tratamiento de la enfermedad, debiendo además prevenir los riesgos de padecerla y promocionando el bienestar psíquico de la población.
La práctica de la salud mental se implementó en España mucho más tarde que en otros países occidentales, donde los movimientos de reforma psiquiátrica se habían iniciado tras la Segunda Guerra Mundial. En Inglaterra surgió la “comunidad terapéutica” como alternativa o reconversión del hospital psiquiátrico y se desarrollaron importantes programas de resocialización y reintegración social de los enfermos internados, todo ello englobado en una Psiquiatría Social potenciada por el Estado. En Francia la humanización de los hospitales psiquiátricos fue el punto de partida para el desarrollo de la Psicoterapia Institucional y de la posterior Psiquiatría del Sector, asumida e impulsada por el propio Gobierno. En Estados Unidos, Kennedy puso en marcha un ambicioso programa de Psiquiatría Comunitaria, consistente en la creación de numerosos centros comunitarios de salud mental y coincidente con la externalización masiva de enfermos internados en los hospitales psiquiátricos. La actividad de esos centros se fue haciendo cada vez menos médica, introduciendo, por la vía de la prevención y de equipos multidisciplinarios, un nuevo modelo de intervención sobre los problemas psicosociales de la comunidad. Y en Italia se negaba el manicomio, al tiempo que se ejercía una práctica despsiquiatrizante en el territorio.
Desde los años 60 la reforma psiquiátrica emprendida en esos países fue desplazando el eje de la asistencia desde el hospital psiquiátrico al trabajo con la población afectada. Lo que supuso una cierta descomposición de la psiquiatría y la recomposición de una nueva disciplina de lo mental, de nuevas políticas de salud mental. Si tradicionalmente la psiquiatría teorizaba e institucionalizaba la locura, ahora los dispositivos de salud mental debían cubrir prioritariamente tres conjuntos de demandas: aquellos que se desviaban del comportamiento social normativo (psicóticos, alcohólicos, toxicómanos, psicópatas, etc.); los que por distintas razones fracasaban en su adaptación social (neuróticos, depresivos, deficientes mentales ligeros, etc…), y los que presentaban mayor riesgo de enfermar (personas en situaciones críticas, grupos de edad avanzada, etc…). Cualquiera de estos padecimientos podía ser aislado de su contexto y tratado como enfermedad, significando una respuesta psiquiatrizante, o por el contrario, podía ser contextualizado como un desarrollo conflictivo y tratado con intervenciones psicosociales, significando una respuesta típica de la salud mental. Las políticas de salud mental comunitaria pretendían operar sobre conjuntos sociales, con intervenciones tendentes a reforzar el compromiso comunitario y la solidaridad grupal, sin descuidar la asistencia técnica a los más afectados (1). Ciertamente, eran otros tiempos…
Con los equipos multidisciplinarios se quería la integración de saberes diversos y la superación de distintas profesiones, para lograr un nuevo orden disciplinar abarcativo de prácticas diferenciadas. Aunque la hegemonía ideológica de la salud mental no significó de hecho una novedosa disciplina, sino más bien una “transdisciplina”, o sea, la simple aceptación de superponer, adicionar enfoques y prácticas diferentes, manteniendo su heterogeneidad y evitando toda ilusión unitaria. De modo que las nuevas prácticas comunitarias no supusieron la superación o la anulación de las que antes se ejercían, sino que quedaban en reserva y podrían ser re-actualizadas en cualquier momento. Se había esperado que el equipo de salud mental, al reunir las diferentes dimensiones que intervenían en la salud y en la enfermedad mental, unificase conocimientos, pues, por adición, esas dimensiones contenían la posibilidad de un discurso totalizante. Pero no es eso lo que ha ocurrido, en la medida en que el equipo no elabora su propia praxis, sino que sólo debe ejecutar lo planificado desde instancias superiores, que definen los criterios nosográficos, las frecuencias de las visitas, el porcentaje de las intervenciones, el tiempo de atención al paciente, etc… Con frecuencia, cada profesional reivindica su enfoque como totalidad y no se asume como especialista de algo que es parcial… La nueva “transdisciplina” de lo mental la define el planificador o programador, a través de las políticas de salud mental que diseña.
La hegemonía de lo sociopolítico en la gestión de la salud mental escinde y empobrece el campo teórico en que pretende basarse. Prevalece un eclecticismo pragmático, generador de unas prácticas simplistas y supuestamente eficaces, que no se discuten en los equipos. Se reducen las acciones preventivas y las intervenciones psicosociales en una comunidad que actualmente no parece existir como tal.
Los reformistas de los años 60 y 70, precursores de lo que ahora se denomina salud mental, se habían disociado de la psiquiatría academicista que representaban los catedráticos universitarios, quienes abogaban por la conversión de la psiquiatría en una simple especialidad de una medicina orientada al tratamiento de los casos leves o agudos. A esa implícita exclusión de los enfermos crónicos, se oponían los reformistas, proponiendo la transformación del manicomio y su progresiva substitución por estructuras asistenciales insertas en la comunidad y abiertas a toda la población. Entendían que la enfermedad mental no era una enfermedad como las otras: no podía ser reducida al espacio médico convencional y requería tratamientos específicos (psicoterapéuticos, grupales, colectivos, psicosociales, preventivos y rehabilitadores). Lo que no significaba que los psicofármacos fuesen inútiles, sino que debían ser usados para facilitar el contacto con el paciente y su mejor autocontención.
Pues bien, la nueva disciplina de la salud mental pretende haber superado posiciones antagónicas, mostrándose en sus textos programáticos a favor de las acciones comunitarias, pero integrándose de hecho en el sistema de salud general. De esta manera, el enfermo mental es considerado un enfermo como cualquier otro. Se priorizan los aspectos preventivos de la enfermedad, pero los enfermos crónicos tienden a ser desatendidos. Se trata, bajo el paraguas de la salud mental, de una remedicalización de la asistencia psiquiátrica, complementada por una “psicosocialización” ambigua de la prevención y una rehabilitación evanescente. Una síntesis mixtificante y sumamente frágil…
REFORMA PSIQUIÁTRICA
Todo esto es particularmente evidente en España, donde se había partido con mucho retraso con respecto a otros países. Hasta comienzos de los años 70 la Seguridad Social, o el INSALUD, sólo cubría precariamente la asistencia ambulatoria de sus beneficiarios con riesgo de enfermedad psíquica, y se resistía a asumir la hospitalización psiquiátrica, que seguía a cargo de las Diputaciones, con carácter benéfico y en instituciones manicomiales. Tal situación fue determinante en la futura organización de la salud mental, cuyas bases fueron sentadas por el Documento para la Reforma Psiquiátrica y la Atención a la Salud mental, elaborado en 1985.
Según se afirmaba en ese documento, era responsabilidad de la Administración Pública promover la plena integración de la salud mental en la asistencia sanitaria general, tomando como referencia la Ley de Sanidad -aprobada un año después-, potenciando su gestión descentralizada por parte de las Comunidades Autónomas y garantizando la disponibilidad de los Servicios para abordar la prevención, tratamiento, rehabilitación y educación sanitaria. Y se proponía un modelo integrado de salud mental, con estos criterios:
-Ordenación de los servicios asistenciales en base a su delimitación territorial y a la participación comunitaria.
-La protección de la salud mental en la atención primaria.
-La protección de la salud mental en el nivel especializado, comprendiendo las acciones específicas realizadas en el ámbito comunitario y hospitalario por un conjunto de profesionales cualificados.
-Integración funcional de los recursos de salud mental, públicos o concertados, del área sanitaria, constituyendo una unidad integrada o centro de salud mental.
-La hospitalización psiquiátrica debe evitarse en lo posible, ser abreviada y efectuarse progresivamente en unidades psiquiátricas de los hospitales generales de la red pública.
-Los hospitales psiquiátricos deben disminuir progresivamente sus camas, desarrollando programas de rehabilitación que faciliten la externalización de la mayoría de sus pacientes y su reintegración al medio sociofamiliar y a los recursos sociosanitarios con que la sociedad se vaya dotando.
Era el modelo que más convenía al INSALUD, que podría atender las demandas en salud mental de sus beneficiarios, asumiendo los casos ligeros y los enfermos agudos, pero desentendiéndose de los crónicos. Por eso, ya en 1985 el Ministerio de Sanidad anunciaba a bombo y platillo que en 5 años desaparecerían los manicomios. Simultáneamente, el INSALUD ponía en marcha un “programa de salud mental”, que incluía la creación de unidades o centros de salud mental dentro del territorio, la apertura de unidades psiquiátricas en sus hospitales generales y el establecimiento de convenios con Ayuntamientos, Diputaciones y Comunidades Autónomas, tendentes a formar una red asistencial única, que luego sería transferida a las distintas Comunidades Autónomas. Aquel programa tuvo un desarrollo incompleto y desigual.
LOS “LOGROS” DE LA REFORMA
El modelo de las reformas psiquiátricas emprendidas en la mayoría de las Comunidades Autónomas, siguiendo la pauta marcada por el Documento para la Reforma Psiquiátrica de 1985, es muy parecido. Pero el desarrollo y resultados han sido muy desiguales entre Comunidades Autónomas, e incluso entre diversas áreas sanitarias de una misma comunidad (2). Aún hay Comunidades Autónomas que no tienen “plan de salud mental”, o que teniéndolo, no lo han desarrollado. Y persiste el manicomio, aunque haya perdido su hegemonía. Incluso hay indicios de que crece, de que hay hospitales psiquiátricos que vuelven a tener más de 1.000 camas… Es cierto que se han creado muchos recursos, especialmente centros de salud mental -519 se estimaban en 1995- pero también es verdad que se ha incrementado la demanda y la atención en salud mental, muy por encima de los recursos generados.
Mirando hacia atrás, parece como si la desinstitucionalización hubiese sido lo prioritario en muchas Comunidades Autónomas, tal vez para ahorrar costes. Los responsables técnicos no admitían crítica alguna, porque la bendita reforma psiquiátrica no podía ser cuestionada, pero el abandono de los enfermos desinstitucionalizados supuso un desprestigio casi irreversible, contribuyendo a que susodicha reforma contase con escaso apoyo popular y a que fuese duramente atacada por influyentes medios de comunicación social… Complementariamente, el ingreso en las unidades psiquiátricas de los hospitales generales o en las unidades de admisión de los hospitales psiquiátricos fue otra prioridad. Pero desde hace tiempo se constata que las unidades de hospitalización psiquiátrica son insuficientes.
A esas unidades llegan a diario numerosos pacientes, conducidos más o menos forzadamente por los familiares o por la policía. Aunque esa demanda puede ser neutralizada o rechazada, si el médico de guardia considera que no está suficientemente justificada, si prevé que el alta luego será muy difícil o si simplemente carece de camas disponibles, lo que no es demasiado raro. De modo que ese médico de guardia ha de manejarse en situaciones tensas y difíciles, presionado por la insistencia de la demanda y en sentido contrario, por una política administrativa que restringe al máximo la hospitalización psiquiátrica… Cada vez con mayor frecuencia, es el propio paciente quien solicita voluntariamente su ingreso. Hay además un amplio grupo de pacientes que demanda el acogerse por un tiempo más o menos transitorio en los servicios hospitalarios, pretendiendo utilizarlos a modo de refugio frente a la creciente inhospitalidad del medio social. Aunque tratan de forzar el ingreso, suelen ser rechazados, a veces de un modo expeditivo y sin apenas detenerse en evaluar sus verdaderas necesidades psiquiátricas, porque carecen del poder contractual necesario para ser atendidos adecuadamente. Son alcohólicos, toxicómanos, psicópatas, psicóticos deteriorados y con antecedentes de múltiples ingresos psiquiátricos o crónicos desinstitucionalizados, que viven en la calle sin ningún soporte sociofamiliar.
Dada la insuficiencia de la oferta sanitaria, se restringen los criterios de admisión y se acortan las estancias. A menudo las altas son apresuradas, efectuándose antes de que el paciente se encuentre en las mejores condiciones o de que la familia pueda recibirlo sin recelos. Con lo que muchos enfermos tienden a reingresar una y otra vez, entrando en una espiral casi irreversible de cronificación… No es de extrañar que muchas unidades de hospitalización psiquiátrica se hayan convertido en meros espacios de contención física, donde es casi imposible que el enfermo pueda elaborar su crisis. Espacios cerrados y sin áreas de convivencia, con predominio de tratamientos biológicos y con viejas prácticas manicomiales (sedación profunda de los enfermos, uso frecuente de la contención mecánica, celdas de aislamiento, suspensión de visitas, etc…).
¿QUÉ HACER CON LAS DEMANDAS?
Pero el eje fundamental de la nueva organización lo constituyen las unidades o centros de salud mental, de distribución y dotación muy irregulares. Cuentan con equipos multidisciplinarios, por lo general mal conectados con los de atención primaria y con los que trabajan en las unidades psiquiátricas de hospitalización, pero que han aumentado considerablemente la oferta asistencial. Suelen estar sobresaturados por una demanda que no cesa de crecer y que sobrepasa todas las previsiones, si es que esas previsiones se habían establecido. En salud mental la demanda, que no cabe confundir con necesidad de asistencia, traduce requerimientos de bienestar psicosocial, expresa siempre un deseo y está regulada por una norma de salud producida socialmente (3). A corto plazo tiende a crecer, aunque no a medio o largo plazo, si se han ampliado las intervenciones preventivas. Por el contrario, si por distintas razones se reducen las prácticas preventivas y comunitarias, cabe esperar que el incremento de las demandas asistenciales sea cada vez mayor, de acuerdo con la oferta de los profesionales, que tienden a reproducir rápidamente lo que en verdad saben: los ritos de la asistencia dual de consultorio. En tal caso, el equipo de salud mental no hace una Salud Mental integral, sino que retorna al tratamiento de la enfermedad. Lo que no es nada infrecuente.
Cuando el equipo de salud mental es desbordado por el aumento de demandas que son pertinentes y sintóticas con la oferta asistencial que formula, el problema es de simple insuficiencia de recursos y podría ser resuelto con una ágil gestión. Pero otras muchas demandas no están ligadas a una patología psiquiátrica específica, sino que traducen padecimientos derivados de las dificultades de vivir y que no son fáciles de excluir del sistema de salud, porque pueden indicar situaciones de riesgo de enfermedad, enfermedad sobredeterminada por factores de vulnerabilidad personal, factores sociales estresantes y falta de soporte sociofamiliar. No son demandas propiamente asistenciales, y darles una respuesta asistencial implica el riesgo de una psiquiatrización errónea, pero no atenderlas supone el riesgo de cronificación patologizante, que, entonces sí, precisará asistencia especializada.
Sucede que se produce un cierto desencuentro entre la formación recibida por los profesionales de la salud mental, por lo general ligada a las clásicas disciplinas psiquiátrica o psicológica, y las características de las nuevas demandas de salud mental, estrechamente vinculadas a nuevas problemáticas humanas (debilitamiento de los lazos sociales, desarraigo, desintegración familiar, refugio en la intimidad, narcisismo social, etc…). Los pacientes, alienados por los mitos de una eficacia banal, de la utilidad y rapidez de los tratamientos y de los avances tecnológicos de la medicina, esperan o exigen respuestas inmediatas que atenúen sus padecimientos, eludiendo conflictos subyacentes. Y a su vez, los profesionales prefieren, tal vez por falta de tiempo, afrontar estos padecimientos con medicación. Lo que puede ser doblemente yatrogénico (4). Así el conflicto se enquista, los síntomas -aún aliviados- se cronifican y el paciente se convierte en un usuario crónico de los servicios de salud mental, con el correspondiente riesgo de dependencia regresiva.
Guste o no, los centros de salud mental, por efecto del crecimiento de la demanda, se están transformando en simples dispensarios, con consultas médicas convencionales; series reducidas de terapias cognitivas, de relajación o de apoyo; recepción e información de familiares, gestión de ayudas económicas, etc… Por si fuera poco, los equipos de salud mental debían realizar funciones de asesoramiento, soporte y formación a los centros de atención primaria de salud, concebidos como puerta de entrada de los usuarios del sistema de salud y primer nivel de atención a la salud mental. Los equipos de atención primaria debían recibir e identificar todas las demandas de salud mental, lo que realmente ha ofrecido serias dificultades por el desarrollo incompleto del nuevo modelo de atención primaria, por el crecimiento de todas las demandas, por la falta de formación en salud mental de los médicos, por la falta de tiempo, etc…(5) Y se hace cada vez más evidente la necesidad del apoyo coordinado de los especialistas del segundo nivel, máxime cuando se ha pretendido que gran parte de los casos psiquiátricos se resolviesen en la atención primaria. Se sigue insistiendo en la necesidad de la “protección de la salud mental en la atención primaria”, proponiéndose fórmulas tales como la provisión a los médicos de familia o de cabecera de escalas diagnósticas simplificadas y de protocolos de tratamiento. Y las multinacionales farmacéuticas, como parte interesada, están colaborando muy activamente en el “adiestramiento” de los médicos en el manejo de psicofármacos. Con ello, la disciplina de la salud mental se medicalizará aún más, vaciando de contenidos reales a la psiquiatría comunitaria y asumiendo los postulados reduccionistas de la psiquiatría biológica, con el beneplácito de los catedráticos universitarios.
LAS CARENCIAS DE LOS CRÓNICOS
Las políticas de salud mental se han orientado hacia un asistencialismo pragmático, dejando a un lado la prevención comunitaria y la rehabilitación de los enfermos llamados crónicos. Son patentes las carencias e insuficiencias del llamado “tercer nivel” de atención a la salud mental. En modo alguno las prestaciones están garantizadas, y es ambigua la definición de responsabilidades: no se sabe bien quien ha de hacerse cargo de los cuidados que precisan los enfermos crónicos, si las administraciones públicas, si los servicios de salud mental, si los servicios sociales, las agrupaciones de familiares, empresas privadas concertadas u organizaciones no gubernamentales. En el terreno de la realidad y no en el de las declaraciones programáticas, los crónicos son considerados como incurables y se mantienen en la comunidad “con alfileres”, apuntalados con psicofármacos y sobrecargando a las familias. Si pierden el apoyo familiar, corren el riesgo de exclusión social, de convertirse en “pacientes sin hogar”.
Crece en la sociedad moderna el fenómeno de la población sin hogar, que lleva una vida socialmente marginada y con pautas de supervivencia (uso de albergues y de comedores de pobres, mendicidad, vida en la calle, vagabundeo, etc.). Entre esta gente, aumenta el porcentaje de mujeres, jóvenes, alcohólicos, toxicómanos y enfermos mentales cronificados. Sin embargo, y por sobrevivir en tan precarias condiciones, han aprendido a manejarse por sí mismos, habiendo desarrollado ciertas capacidades de afrontamiento y habilidades suficientes para proporcionarse el sustento diario. Por lo general, muestran mayor autonomía personal que los pacientes participantes en algún programa de rehabilitación (6).
Diversos autores han elaborado complejos proyectos para rehabilitar a los “pacientes sin hogar”, pero no cabe esperar que los gestores políticos desarrollen políticas que viabilicen esos proyectos. Estos enfermos, son socialmente inútiles, políticamente ineficaces y electoralmente despreciables, no planteando más problema social que el espectáculo de su miseria. Como ya no constituyen un peligro en el imaginario social, a nadie le preocupa que se les abandone a su suerte. De la peligrosidad social de los enfermos mentales se ha pasado a considerar la potencial peligrosidad de ciertas poblaciones de riesgo, sobre las que se pueden adoptar medidas de policía sanitaria en caso necesario (7).
Como complemento a la magra intervención de los servicios de salud mental en relación con los enfermos mentales crónicos, se ha estimulado la formación de grupos o asociaciones de familiares, que han proliferado en los últimos años. En 1996 se contabilizaban en España 67 asociaciones, federadas a nivel provincial o de Comunidad Autónoma y confederadas a nivel estatal. Con constancia y dedicación, han llegado a disponer su propio discurso, un discurso que quisieran ver asumido por los responsables políticos, los profesionales y toda la sociedad. Como muestra, puede servir el Manifiesto que en 1994 difundió la Federación Madrileña de Asociaciones Pro-SaludMental (FEMASAM): Tras reconocer las excelencias de los gestores de los servicios de salud mental, se lamentaban de las dificultades para la integración social del enfermo mental, “teniendo en cuenta los efectos devastadores que esta enfermedad -la esquizofrenia- produce en el afectado desde el momento en que se desencadena, casi siempre en la adolescencia, conviertiéndole en un minusválido, ya que desde el primer momento su voluntad queda anulada”. Reivindicaba soluciones urgentes para las principales carencias asistenciales, solicitando en concreto: la creación de centros de rehabilitación psicosocial, centros de rehabilitación laboral, centros especiales de empleo, creación de empleo para los enfermos rehabilitados, pisos supervisados y miniresidencias permanentes sustitutivas del hogar, así como el reconocimiento por parte del INSERSO de algún grado de minusvalía, aún en contra de la voluntad del enfermo. Pero sobre todo el Manifiesto demandaba intensificar el apoyo al movimiento asociativo, dotándolo de las subvenciones y asesoramiento necesarios: “las asociaciones, por su alto grado de motivación y por su sencillez organizativa, son el marco adecuado para la gestión directa de recursos, y la realización de actividades de apoyo, allí donde la compleja maquinaria de la administración tropieza con dificultades. Sólo necesitan que se les dote de medios económicos que, con su actuación voluntarista, se encargarán de multiplicar” (8).
En su afán recaudatorio, las asociaciones españolas, en su mayoría, no han dudado en aceptar fondos de laboratorios farmacéuticos, incurriendo en la paradoja de que un movimiento que se declara pro-salud mental tenga que depender, de algún modo, de empresas cuya buena marcha se basa en la medicación por tiempo indefinido de los enfermos mentales. En el fondo de estos familiares late la arraigada creencia en la incurabilidad de la enfermedad mental, creencia en la que también participan algunas administraciones. Así por ejemplo, en 1990 la Consejería de Integración Social de la Comunidad Autónoma de Madrid creó la Comisión de Tutela del Adulto, cuyos usuarios debían ser los enfermos mentales en situación o en riesgo de desamparo, previa su incapacitación civil (9). Sucesivamente han surgido similares iniciativas en Madrid, y en otras Comunidades Autónomas: fundaciones de tutela públicas o privadas, que se dedican a tramitar la incapacidad civil de enfermos mentales. Considerando que la incapacitación significa la muerte civil del sujeto, se puede dudar mucho que quienes abogan por tan abominable práctica crean realmente en la integración social del enfermo mental, por más declaraciones platónicas que se hagan. Los que incapacitan piensan realmente que la cura no es posible y que sólo cabe la protección y tutela del enfermo. Era lo que antes hacía el manicomio: incapacitaba de facto al interno, protegiéndolo de las inclemencias de la calle y tutelándolo de por vida.
El movimiento asociativo de familiares se siente con creciente fuerza, reclamando incluso su presencia en todos los organismos que planifican la salud mental. Cuenta con una red de recursos propios (centros de día, talleres ocupacionales, clubs sociales, viviendas protegidas, etc.) financiadas con fondos públicos. Lo que significa una cierta privatización de una asistencia no cubierta por los servicios públicos y prestada únicamente a los miembros de las asociaciones. De igual modo, están siendo gestionados por entidades privadas otros muchos recursos asistenciales, desde centros de salud mental hasta grandes manicomios privados, pasando por centros de rehabilitación psicosocial o residencias de media estancia. Tal vez sea el signo de los tiempos: el Estado neoliberal diseña las políticas sociales y garantiza los servicios mínimos, al tiempo que incentiva a la iniciativa privada y exalta los méritos del asociacionismo y de una beneficencia modernizada (10).
PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA: VICTORIA PÍRRICA
Pese a sus planteamientos teóricamente comunitarios, el subsistema de salud mental ha favorecido el retorno al objetivismo médico, la vuelta a la psiquiatría de siempre. Una psiquiatría vuelta a sus raíces y convertida en simple especialidad médica, tal como querían los profesores universitarios. En 1994 lo celebraba el catedrático López-Ibor: “Desde la Ley General de Sanidad hasta el catálogo de prestaciones que se discute en estos días, pasando por la regulación de los internamientos involuntarios, nada distingue ni diferencia lo psiquiátrico del resto de la medicina, ni en el ámbito hospitalario ni fuera de él” (11). La gran acogida dispensada a la nosología del DSM-III, como expresión de un regreso a las fuentes de la clínica y de un abandono de posturas teóricas; la consolidación de la psiquiatría de hospital general y los éxitos de la psiquiatría de enlace; el sistema de formación de los médicos residentes, y los avances en la investigación biológica, todo ello indicaba el triunfal retorno de la psiquiatría a la Medicina, poniendo a disposición de los enfermos armas terapéuticas poderosas. El triunfo de la psiquiatría biológica significaba implícitamente el fracaso de la salud mental como pretendido orden disciplinar, y también el fracaso de la reforma psiquiátrica que lo había sustentado. De hecho, ya casi nadie habla de reforma psiquiátrica…
Se dice que la salud mental está en crisis, casi en trance de muerte. Fuller Torrey, que hace más de 20 años había predicho la muerte de la psiquiatría, pronostica ahora el divorcio entre la enfermedad mental y la salud mental (12). Dice, no sin razón, que la práctica de la salud mental ha tenido un impacto muy negativo sobre la asistencia psiquiátrica, desviando medios de los tratamientos a los enfermos mentales graves hacia personas que sufren “problemas de la existencia”. Si ese divorcio se efectúa realmente, la psiquiatría desaparecerá y será reemplazada por la neuropsiquiatría, mientras que la salud mental será arrinconada en los dominios de las ciencias sociales y en los departamentos de servicios sociales, bienestar y medio ambiente. Algo de esto ya se está viendo, con el descenso, por ejemplo, de la psicoterapia, que precisa más tiempo, mayor frecuencia en las visitas y mejor entrenamiento de los profesionales, que con la farmacoterapia. Se trata de un descenso regresivo, porque con la psicoterapia el enfermo había recuperado la palabra y había ganado en subjetividad. Con el creciente intervencionismo médico, el paciente pierde su condición de sujeto y vuelve a su viejo estatus de portador de síntomas y acreedor de un tratamiento biológico impuesto.
Puede ser que la victoria de la psiquiatría biológica, factible por el gran desembarco de las multinacionales farmacéuticas, sea una victoria pírrica. Con la progresiva medicalización de la asistencia, se va reduciendo el campo operativo de la salud mental, precisamente por el limitado arsenal terapéutico de la psiquiatría biológica, por su comprobada ineficacia frente a importantes grupos psicopatológicos. Primero se desgajó el amplio grupo de los deficientes mentales, que ahora no son considerados enfermos y que son tratados con técnicas pedagógicas y reeducativas. Luego, cuando la psiquiatría perdió fuerza represiva, se fueron los alcohólicos para organizarse en grupos de autoayuda, y los toxicómanos, ahora atendidos en redes ajenas a la salud mental. Hace tiempo que los epilépticos y los dementes están bajo la jurisdicción de los neurólogos, y las anoréxicas están saliendo del ámbito de lo psiquiátrico. Por otra parte está establecido que gran parte de los trastornos psíquicos sean tratados por médicos generalistas. Como ha dicho Edward Shorter en su Historia de la Psiquiatría: “en 200 años los psiquiatras han pasado de ser los sanadores del manicomio terapéutico a trabajar como porteros de la fluoxetina” (13). Y pronto, tal vez menos que eso, porque los progresos de la llamada “psicofarmacología cosmética” permiten la fácil prescripción médica y la automedicación.
Para escuchar, relajar, reforzar o consolar a los pacientes con crisis existenciales, con problemas adaptativos o fobias diversas, están los psicólogos, que ofertan soluciones rápidas, eficaces y a bajo precio. O los sexólogos, o los videntes, astrólogos y toda suerte de sanadores, que en sus frecuentes apariciones televisivas prometen ilusión, felicidad y un futuro mejor. ¿Para qué servirán los psiquiatras del futuro? ¿Qué harán cuando todos los médicos sean diestros en el manejo de los psicofármacos y cuando los psicólogos puedan recetarlos? No cabe duda que la psiquiatría está perdiendo identidad y entidad: entre otras cosas, lo prueba la decreciente publicación de libros de la especialidad. En Estados Unidos el porcentaje de licenciados en medicina que piensan especializarse en psiquiatría bajó del 3,5% en 1984 al 2,0% en 1994, y el descenso continúa. A mediados de los años 90, menos de 500 jóvenes médicos americanos estaban comenzando los programas anuales de formación psiquiátrica, y el resto de las 1327 plazas disponibles lo completaban médicos extranjeros especializados (14). Todo un síntoma que puede estar extendiéndose.
Pero no se trata de hacer un discurso negativo, porque, pese a lo afirmado por algunos ideólogos del “nuevo orden internacional”, el fin de la historia no ha llegado. Lo cierto aquí y ahora es que los profesionales de la salud mental se sienten agobiados por la presión de la creciente demanda de los usuarios, y que algo deberá hacerse. Desde luego, sobran los discursos de autopromoción, las complacientes evaluaciones, los programas que se quedan en los papeles, los proyectos que no se realizan por falta de presupuesto, las utopías tecnocráticas, los recreativos congresos que acaban con aplausos y lanzamiento de globos… Falta, por el contrario, el análisis realista, el reconocimiento de los falsos planteamientos y de los errores cometidos, la redefinición de los objetivos, el ejercicio de la crítica desinteresada y de la sana autocrítica. Es casi urgente el debate olvidado, la revisión de los viejos conceptos y la elaboración de otros nuevos, la reflexión sobre la experiencia pasada y presente, la teorización de la práctica, la indispensable teoría… Queda mucho camino por delante.
Madrid, Abril 1999
NOTAS
(1).-Galende, Emiliano (1990) Psicoanálisis y salud mental. Buenos Aires: Paidós
(2).-Informe elaborado por la Junta Directiva de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (1998) Revista de la A.E.N., año XVIII, nº 67
(3).-Leal Rubio. J..(1997) Nuevas demandas, nuevas necesidades de atención a la salud mental. Incluido en el libro Equipos e instituciones de salud mental, salud mental de equipos e instituciones. Madrid: AEN
(4).- Galende, E. y Baremblit (1997), La función de curar y sus avatares en la época actual. Incluido en el libro Equipos e instituciones de salud mental, salud mental de equipos e instituciones. Madrid: A.E.N.
(5).-Martín Zurro, A. (1995) Salud mental y atención primaria. Incluido en el libro Trastornos psiquiátricos y atención primaria. Barcelona: Doyma
(6).-Vega, L.S. (1995) Salud mental en la población sin hogar. Servicio de publicaciones del Principado de Asturias
(7).-Castel, R. (1986) De la peligrosidad al riesgo. Incluido en el libro Materiales de sociología crítica. Madrid: La Piqueta.
(8).-Manifiesto de las familias de enfermos mentales crónicos de la Comunidad de Madrid (1994), Psiquiatría Pública, vol. VI, nº 4
(9).-La Comisión de Tutela y Defensa Jurídica del Adulto (1994) Documentos de Psiquiatría Comunitaria, vol. II, nº 2.
(10).-Castel, R. (1984) La gestión de los riesgos. Barcelona: Anagrama
(11).-López-Ibor, J.J. (1994), editorial de la revista Psiquiatría Biológica, vol I., nº 1.
(12).-Fuller Torrey, E. (1980) La muerte de la psiquiatría. Barcelona: Martínez Roca.
(13).-Shorter (1999) Historia de la psiquiatría. Barcelona: Ed. Médicas
(14).-Shorter, E. op. cit.
(28 diciembre 2011)
Los Niños, victimas de la Mafia Psiquiatrica:
http://vivesana.blogspot.com/2011/12/los-ninos-victimas-de-la-mafia.html
(marzo 2015)
Epistemología, filosofía de la mente y bioética¿Los trastornos mentales son clases naturales?
Are Mental Disorders Natural Kinds?
(27 julio 2018) Negligencia médica. Error de Diagnóstico o de Prescripción:
https://psiquiatrianet.wordpress.com/2018/07/27/una-meningitis-causo-la-muerte-a-una-joven-inmovilizada-en-psiquiatria-del-huca/
La autopsia concluye que un cuadro no detectado acabó con la vida de la paciente.
Una meningitis causó la muerte a una joven inmovilizada en Psiquiatría del HUCA.
La autopsia concluye que un cuadro no detectado acabó con la vida de la paciente.
(HUCA de Oviedo, Asturias, artículo de Andrés Illescas 25.07.2018), noticia publicada en LNE (la noticia es sólo visible para suscriptores, para más burla):
https://www.lne.es/asturias/2018/07/25/meningitis-causo-muerte-joven-inmovilizada/2323112.html
Se puede leer la noticia completa en el siguiente link:
https://psiquiatrianet.wordpress.com/2018/07/27/una-meningitis-causo-la-muerte-a-una-joven-inmovilizada-en-psiquiatria-del-huca/
Según fuentes sanitarias, la paciente había sido llevada al HUCA porque presentaba un trastorno de conducta y, debido a ciertos antecedentes familiares, su cuadro clínico fue inmediatamente catalogado como psiquiátrico, sin llevar a cabo mayores indagaciones.
“Es un error que se comete con cierta frecuencia en casos parecidos”, indicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA un profesional experimentado en el campo de la salud mental.
- Comentario acerca de esta noticia:
Es otro desgraciado caso de crimen por negligencia médica de la Psiquiatría, esta vez en el HUCA, que es el Hospital Universitario Central de Asturias, situado en la ciudad de Oviedo, y que pertenece al Servicio de Salud del Principado de Asturias de la ciudad de Oviedo (Asturias).
La Psiquiatría tiene que desaparecer como ciencia por ser una falsa rama de la medicina y un sistema criminal estructurado y que debe ser investigado y condenado sin dilación en tribunales internacionales y en los nacionales y que se investigue hasta el último de los psiquiatras por el sistema inquisitorial, la estafa y timo que mantienen con su dictadura pseudo-médica por más que lo denominen ciencia médica y con el sistema de falsedades que se han inventado para ser los miserables lacayos de la mafia de las multinacionales farmacéuticas y toda la la descomunal mentira construida desde la OMS y desde todas las facultades de medicina del mundo y que son auténticas fábricas de serviles robots destructores de la salud física y mental y que son un auténtico criadero y hervidero del virus que es la psiquiatría o mafia psiquiátrica, que es lo mismo, totalmente repugnante y que deberían ir a prisión por ser especialistas en picaresca cruel en la medicina.
El juramento hipocrático se lo pasan por donde no tienen nada.
Es un gran drama que se repite y que se está ocultando desde hace mucho tiempo.
- Links relacionados:
La mafia psiquiátrica se inventan los trastornos (PÁSALO) FUE CENSURADO EN TV EN LOS AÑOS 90.
https://www.youtube.com/watch?v=hG5FWut4MMM
Es un anuncio de la Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos (CCHR, por sus siglas en inglés: https://www.cchrint.org/) es un organismo de control de la industria de la salud mental sin fines de lucro, no político, no religioso, cuya misión es erradicar los abusos cometidos bajo la apariencia de la salud mental.
Trabajan para garantizar que se promulguen y mantengan las protecciones para pacientes y consumidores, ya que existe un abuso desenfrenado en el campo de la salud mental.
En este rol, CCHR ha ayudado a promulgar más de 180 leyes que protegen a los individuos de prácticas de salud mental abusivas o coercitivas desde que se formó hace más de 48 años. La Junta de Asesores de CCHR, llamados Comisionados, incluye médicos, científicos, psicólogos, abogados, legisladores, educadores, profesionales de negocios, artistas y representantes de los derechos civiles y humanos.
Hay más de 250 capítulos de la CCHR en 34 países, con sede internacional en Los Ángeles, California (EEUU).
- Reflexiones:
Este estupendo anuncio publicitario de los años 90 que se puso en la TV duró muy poco tiempo debido a que el mafioso círculo escéptico de siempre que domina la opinión pública en general dijo: "que era obsceno y que se reía de la gente en general y que los artistas, por ejemplo, se sentirían ofendidos"....y entonces fue censurado.
Los círculos escépticos y fanatizados están en todos los ámbitos y no sólo en la maldita psiquiatría, que es la gran insdustria de la muerte, sino en todos los ámbitos, y son los que deciden si una cosa es verdad o es mentira y se basan en estudios que denominan científicos (manipulados obviamente) de revistas de la élite o corporatocracia supranacional tal como TIME, SCIENCIE, y un largo etcétera, que son revistas al servicio de los mass media oficialistas, dogmáticos y al servicio lacayo de esta corporatocracia supranacional mafiosa y uno de sus máximos baluartes manipuladores es la psiquiatría, una de las ramas más falsas de la medicina y que debe desaparecer junto a las multinacionales farmacéuticas que le amparan y auspician desde las facultades de medicina de todo el mundo, auténticas fábricas de "robots serviles", muy adoctrinados por la inquisición de la OMS creando de este modo un enorme círculo vicioso perfecto de corrupción que se retroalimenta desde hace mucho tiempo, provocando la destrucción de la vida social y de las vidas físicas humanas, es un poderoso arma de destrucción sistemátizado y permitido por la aborregada y abdícrata ciudadanía mundial.
Hay que instaurar una nueva ciencia con otras alternativas más saludables para atender la salud físicia y mental pero desde otra óptica más evolucionada, con la medicna holística, y que se erradique de raíz a este enorme chiringuito mundial de la picaresca médica, esta mafia tóxica y peligrosa que es la maldita psiquiatría, que es una de las mayores falsedades de la ciencia médica, una auténtica estafa y un timo y una especie de inquisición de la ciencia "oficial", pero que es falsamente médica y que es totalmente dogmática, porque es una rama falsa de la medicina y es una invención tal como lo son las fronteras entre países pero así como se imponen las fronteras se impone sin resistencia y sin reacción ninguna por parte de la ciudadanía contra esta basura de falsa medicina psiquiátrica.
Ciertamente las transiciones son graduales y no pueden ser inmediatas. Así como no se pueden abrir las fronteras de par en par de modo inmediato sin una transición gradual y un control correcto la vieja psiquiatría y la anquilosada y corrupta ciencia médica aún debe evolucionar pero sus crímenes no deben quedar impunes tal y como está hoy y con multitud de casos que permanecen sin investigar.
- Links relacionados:
(23 marzo 2010)
EL PROBLEMA DEL INCUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS PAÍSES EUROPEOS Y, EN MUCHAS OCASIONES, BASTANTE SILENCIADOS A LA LUZ PÚBLICA:
https://pehpartidoecologista.blogspot.com/2010/03/el-problema-del-incumplimiento-de-los.html
(10 abril 2012)
LOS NIÑOS VÍCTIMAS DE LA MAFIA PSIQUIÁTRICA / PSIQUIATRÍA, LA INDUSTRIA DE LA MUERTE: EXCELENTES DOCUMENTALES QUE NOS MUESTRAN LA VERDADERA CARA DE LA PSIQUIATRÍA OFICIAL,Y LA DE LA MAFIA PSIQUIÁTRICA EN GENERAL, Y LOS DAÑOS INMENSOS QUE HA HECHO, Y QUE TODAVÍA HACE ESTA NUEVA INQUISICIÓN PSIQUIÁTRICA:
https://pehpartidoecologista.blogspot.com/2012/04/los-ninos-victimas-de-la-mafia.html
(19 julio 2013)
La Psiquiatría, Industria de la Muerte / Psiquiatría, la ciencia de las mentiras y la estafa mundial / La mafia psiquiátrica y sus estamentos asociados:
https://pehpartidoecologista.blogspot.com/2013/07/la-psiquiatria-industria-de-la-muerte.html
- Hay una página de facebook relacionado con este tema:
"Vencer Legalmente a La Psiquiatria De España y Del Resto Del Mundo":
https://www.facebook.com/defensacontrapsiquiatras
Es una página de facebook con moderación de comentarios donde se pretende crear un debate y para compartir información acerca de la mafia psiquiátrica y sus hilos de poder corrupto que llegan a todos los países del mundo, a cada localidad de cada pueblo, ciudad, región y nación del mundo, es una de las peores mafias que existen en todos los países (incluido Espanistán=> España, SPAIN).
La Psiquiatría o mafia psiquiátrica , que es lo mismo, es una rama de la medicina que debe desaparecer de modo urgente y está muy relacionada con las multinacionales farmacéuticas y con la propia OMS y que nada tienen de honestidad y verdad sino todo lo contrario: predomina la hipocresía y el control de la libertad personal, muy conectado con la élite de poder o corporatocracia supranacional que gobierna la macroeconomía y microeconomía a escala mundial o internacional para sus exclusivos fines de lucro, egoístas y criminales:
https://www.facebook.com/defensacontrapsiquiatras
...es un nuevo foro o página comunitaria que representa la siguiente causa, idea o tema de interés (bastante olvidado) que pretende denunciar a toda la mafia medica mundial sin olvidar la de cada país, región o localidad.
...porque los nuevos inqusidores son los psiquiatras de la psiquiatría en complicidad delictiva con la administración de justicia de practicamente todos los países y están dominados por la parte más nefasta y oculta de la dogmática OMS, que tiene aparentemente una cara buena yla otra oculta que no es tan buena...que es la que no se muestra a los ciudadanos del mundo.
Esta causa es para Vencer Legalmente a La Psiquiatria De España Y Del Resto Del Mundo aunando recabar informacion, denuncias y posibles causas legales o penales contra los abusos de la psiquiatria en España fundamentalmente, sin olvidar la informacion que se nos cediese del Resto Del Mundo, y, de paso, denunciar aquí a sus delictivos cómplices como las multinacionales farmacéuticas, etcétera:
https://www.facebook.com/defensacontrapsiquiatras
Blai Guimera dijo:
respsi dijo:
Puede consultar un abogado de daños sanitarios generalista o sino contacte conhttp://www.cchr.org/ si le pueden ponerle en contacto con un abogado que sepa realmente la problemática psiquiátrica de su país o región.
isabel dijo:
Aunque me ha costado muchísimo, yo misma voy a sentar a Enrique Rojas Montes en el banquillo el mes que viene (no sé si puedo decir la fecha del juicio, si supiese que podía decirlo, lo haría).
Un abogado especialista que me han dicho funciona bien es Carlos Sardinero (preguntar en el Colegio Abogados de Madrid por su telef.). Por supuesto hay más. De los míos no daré el nombre aquí, estaría mal.
isabel dijo:
daniel dijo:
respsi dijo:
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